lunes, 4 de noviembre de 2013

El concurso de Cacsa valorará las ofertas que se comprometan a terminar el Ágora

  VÍCTOR ROMERO VALENCIA El pliego de condiciones del concurso para la privatización de la gestión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias permitirá a los aspirantes introducir mejoras en sus ofertas para incrementar su catálogo de puntos. Una de las actuaciones que recibirá una valoración extra por parte de la mesa de contratación es la promesa de rematar las obras del Ágora, especialmente la colocación de las lamas de la cubierta. Estas piezas están ahora en estado de semiabandono en una de las parcelas anexas por la discrepancias que surgieron entre el arquitecto Santiago Calatrava y la UTE responsable de su construcción (Lubasa, Cyes y Rover Alcisa) sobre la curvatura de las lamas.
Ninguna de las partes ha querido hacerse cargo de la corrección de las piezas metálicas y el Ágora lleva muchos trimestres funcionando sin el remate que figuraba en el proyecto original. La obra de este edificio ya está entregada y Cacsa ha dado por finalizada la relación contractual con Calatrava por lo que si algún operador acepta acabar el trabajo no tendrá que encargar al arquitecto con domicilio y sede fiscal en Suiza la dirección facultativa.
No será esta la única mejora que puntuará Cacsa. El canon de entrada o aportación de liquidez por parte del nuevo operador anunciada por el conseller de Economía, Máximo Buch, será también voluntaria. El pliego contempla puntuarla como mejora dentro del capítulo económico y no como una condición obligatoria. Lo que si deberá abonar forzosamente el nuevo gestor es un canon fijo anual y otro variable que se computará en función de resultados y del nivel de facturación en restauración y venta de "merchadising". La intención de la Generalitat es que estas aportaciones sean suficientes para cubrir los gastos de la estructura administrativa y de personal que quedará tras la concesión y que ayuden a afrontar en la medida de lo posible los gastos financieros de la elevada deuda que arrastra la empresa pública.
Los pliegos también obligarán al concesionario a ejecutar determinadas inversiones durante los cinco primeros años de contrato (previsto para quince años prorrogables a otros cinco) destinadas a garantizar el buen funcionamiento de los distintos elementos una vez finalice la concesión.

Sea World se interesa
La licitación podría ponerse en marcha en el plazo de pocas semanas, una vez se reciban los informes jurídicos que validen su legalidad y se introduzcan las últimas cláusulas de control y supervisión por parte de la dirección de la empresa pública. Hasta la fecha han mostrado interés claro por el concurso el actual operador del Oceanogràfic, Parques Reunidos; el del Bioparc, Rain Forest Valencia, en posible UTE con Aspro Ocio; y Aguas de Valencia, que busca alianzas con algún operador internacional. A la pugna podría sumarse Sea World, el gestor del grupo Anheuser Busch, con varios parques zoológicos en Estados Unidos.
En cualquier caso, los aspirantes deberán acreditar su experiencia en organización y gestión de eventos o recintos audiovisuales, pero especialmente, en recintos de animales. El pliego fija como uno de los requisitos para optar al concurso contar con una reserva zoológica que sirva para reponer las bajas que se produzcan en el Oceanogràfic.

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