domingo, 25 de octubre de 2015

'En CAC nos la han clavado a todos pero el complejo es flipante y hay que salvarlo'

SOCIEDAD Enrique Vidal, director general de la Ciudad de las Artes y las Ciencias

El nuevo director general de Cacsa está aprendiendo las reglas de un juego que aún no conoce bien. A sus 60 años, ha dado el salto a la política porque le convenció su amigo, no uno cualquiera, sino el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. El argumento fue incontestable: «me pidió devolver a la sociedad lo que ésta me había dado como economista y profesor asociado». Haber sido diputado durante dos meses le llena de orgullo. Después llegó la propuesta de dirigir la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en la línea del turismo de calidad que promulga el nuevo secretario autonómico Francesc Colomer, y en comunión con Avanqua, el socio privado que gestiona y explota el Ágora y l'Oceanogràfic. La premisa de Puig fue clara: «limpiar sin hacer sangre».

Admite Enrique Vidal la imagen «ajada» del complejo de ocio, y también que su grandeza y espectacularidad esconde las dificultades técnicas de dotarlo de contenidos. Su reto es acabar con las lamentaciones y exprimir las ventajas comerciales de CAC. Busca partners para programar nuevos eventos acordes a la personalidad empresarial del mastodonte blanco: nada de macrobotellones y más divulgación científica.

Puede haber despidos pero no hay directrices al respecto. Lo que sí habrá son movimientos internos para adaptarnos a la nueva gestión

Otro hito es que a los ciudadanos les cueste menos dinero y la disfruten como los turistas que descubren CAC. Y una obsesión para acabar de introducir al nuevo director: urge difundir mejor la imagen de este icono del turismo de calidad en Valencia y no esconderse de los medios. Predica con el ejemplo al conceder su primera entrevista en gran formato. He aquí el resultado...

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¿La idea de que usted dirija Cacsa surge en el momento en que le llama el presidente o cuando ya era diputado? ¿Le decepcionó tener que dejar el escaño?
Surgió luego; no estaba planificado pero era razonable que pudiera acabar en gestión. Estoy dispuesto a ayudar a Ximo Puig en su proyecto para cambiar la imagen de la Comunidad, por eso acepté ir en las listas, pero tampoco se trata de tirarse a la piscina. La Ciudad de las Artes y las Ciencias es una carga dura por la imagen de la obra de Calatrava. Es curioso que los valencianos seamos los que peor hablamos del complejo, cuando la gente que viene de fuera se va entusiasmada. Cuando vi lo que había aquí me pareció flipante. No estoy decepcionado sino orgulloso por haber sido al menos dos meses diputado.
¿Recibió alguna premisa del presidente?
Tengo confianza con Ximo, lo conozco bien de cuando yo estaba en la caja rural y él era alcalde de Morella y trabajábamos conjuntamente en la función social de los pueblos. Le pregunté directamente de quién dependía CAC y me dijo que estaba dentro del área que lleva Francesc Colomer, al que también conozco mucho. Lo primero que me pidieron fue ver lo que había, sanear y no hacer sangre. Otra premisa básica era terminar las obras de una vez y potenciar la imagen conjunta con Avanqua, en el contexto de la administración colaborativa. Y también fortalecer el turismo de calidad, que es la obsesión de Francesc Colomer.
Parecen formar un buen tándem. ¿Cómo van a lavar la cara manchada del macrocomplejo?
Con transparencia. Aquí hay gente muy buena y hay que gestionar los recursos lo mejor posible para que el complejo funcione y le cueste menos dinero a los ciudadanos. El tema de las obras es tan gordo que lo anula todo, pero debemos aprender a difundir lo que tenemos aquí y comunicar mejor.
¿Cómo y cuándo van a cerrar definitivamente esas obras?
Lo más gordo es lo del trencadís del Palau y el Ágora. Lo primero ya se está acabando al tapar los agujeros que dejaron los anclajes de los andamios. En el Ágora nosotros debemos arreglarla, con todo el tema de goteras, y Avanqua se encargará de adaptar las instalaciones. Aún no está claro el coste de las obras, pero creo que será menos de los 10 millones de los que se habla. Se ha cedido ya a Avanqua, pero aún no pueden usarla.
Luego hablaba de gestión, de ahorrarle dinero a los ciudadanos. ¿Cuál es la hoja de ruta para mejorar la rentabilidad de CAC?
Trabajamos sobre tres grandes objetivos. Por un lado, consolidar el hito de calidad de este emblema turístico y proyectarlo a toda la Comunidad Valenciana. En Alicante y Castellón tienen que sentir que esto también es suyo. Por otro lado, fomentar la pedagogía de la investigación y la cultura. Mi sueño es que los niños descubran en estas instalaciones su inquietud de cara al futuro, lo que quieren ser el día de mañana. Me produce envidia sana que otras ciudades puedan presumir de grandes centros de investigación científica. Debemos aprender a invertir en investigación y no pedir rendimientos a los tres meses; generar una conciencia contra el cortoplacismo. Y en tercer lugar, conseguir que la cuenta de resultados se aguante por sí misma y la Generalitat nos ayude sólo con la deuda. El reto es que la ciudadanía no soporte este edificio tan caro.
Pero esa deuda es desorbitada.
La carga de deuda es muy grande y vamos a estar mucho tiempo pagándola. La externalización nos hará perder menos dinero. Existen más de 360 millones de deuda a largo plazo y algo más de 300 de deuda a corto, pero debemos abandonar esa actitud derrotista de aguantar el chaparrón y centrarnos en la explotación del negocio, en buscar las ventajas comerciales. Los antiguos gestores sólo vivían para las obras, las goteras y esquivar a los periodistas. Ahora tenemos el canon que paga Avanqua; una mejor gestión de los ingresos, que han crecido ya un 14%, y ajustes pendientes, que no quiere decir echar a la gente.
¿Entonces no habrá más despidos?
Puede haberlos, pero no hay directrices al respecto. Es lógico que los trabajadores estén inquietos, pero lo que habrá en esta plantilla de 210 personas son cambios internos. Enfocaremos una parte a la gestión inmobiliaria y otra a venta e innovación, con el objetivo de que aumenten las ventas on line. Los cambios de silla son lógicos en una empresa que está en marcha y no se puede paralizar. El modelo está por definir, pero la limpieza se completará en 2016, si es posible el 1 de enero.
¿Han encontrado algo interesante en la auditoría?
Por ahora no hay resultados. Lo que he encontrado es a muchos profesionales. Pueden salir cosas, pero no hay política partidista. No quiero saber de qué sindicato son los miembros del comité de empresa. La gente está abatida, eso sí, y lo primero que debemos hacer es motivarlos. Hay que entender que han pasado por un ERE y una escisión, con el tema de Avanqua.
¿Aún hay tambores de privatización?
¿Qué? -gesticula- No he oído a nadie hablar de expandir la externalización.
Ahora que gestiona uno de esos proyectos faraónicos del PP, ¿cree que era prescindible?
No tiene sentido plantearme si es bueno o malo. Lo cierto es que existe y hay que rentabilizarlo económica y socialmente. No debemos hablar de los problemas de Calatrava sino de las bondades del complejo, que es lo que destacan los visitantes extranjeros.
¿Comparte ese lema creado por Esquerra Unida de que 'Calatrava te la clava'?
-Sonríe, mientras se distrae con la irrupción de una novia que busca inmortalizar su día en los jardines del Turia que atisba desde su despacho-. Con CAC nos la han clavado a todos un poco, pero creo que la responsabilidad es del dueño, de quien paga. Una cosa es proyectar y otra construir. Ni Ximo Puig ni yo estábamos en la Generalitat para vigilar esta obra o controlar los sobrecostes. No la puedo tener tomada conCalatrava; no soy arquitecto y como ciudadano esto me impresiona. Si el Guggenheim se hubiera hecho mal hablarían de los costes.
Aunque usted no lo gestiona, ¿cree que las ayudas estatales al Palau de les Arts son suficientes?
Hablo de memoria, pero creo que recibe menos que Sevilla y no sé por qué. Lo que sé es que si solucionaran el tema del déficit histórico igual pagábamos todo el complejo. Los gastos financieros han llegado a ser de 20 millones al año, aunque en 2016 serán de 13. Pagar estos edificios es inasumible con la cuenta de resultados; lo que debemos hacer es pensar en rentabilizar estas instalaciones con la gestión.
¿Puede prometer que no habrá más fiestas hasta las 7 de la mañana?
Mya tiene licencia de discoteca en l'Umbracle y por tanto un horario de apertura hasta las 7.30, pero el resto de macroeventos en general que se venían haciendo no son compatibles con un museo de artes y ciencias. Había que ingresar dinero y se pensó en las macrofiestas. Está claro que aunque seas el Moma hay que hacer caja, pero no queremos montar broncas sino eventos de calidad, como mucho hasta las 2 de la mañana. Por filosofía, no queremos perjudicar a los ciudadanos ni competir con el sector privado, sino complementarnos.
¿Ha hablado con los hosteleros?
Tengo que hacerlo para trabajar conjuntamente. Imagino que me vendrá por Valencia Convention Bureau. Ese concepto de macrofiestas no nos cuadra empresarialmente.
¿Por dónde han empezado los cambios tras la llegada del nuevo equipo gestor?
En orientarlo todo hacia el cliente y el ciudadano. Debemos pensar en ellos para empezar a construir.
Imagine la Ciudad de las Artes y las Ciencias futura, la que a usted le gustaría ver. ¿Se parece en algo a la Tomorrowland que Brad Bird rodó para Disney?
-Media sonrisa y gesto pensativo- Imagino un continente grandioso de fama mundial, con un proyecto pensado para una ciudadanía orgullosa de su icono. Y ayudar con el menor coste posible a la divulgación científica.
CON AVANQUA SOMOS AMIGOS MÁS QUE SOCIOS

¿Cómo es la relación con Avanqua? ¿El nuevo socio aporta sólo ideas más allá de su gestión en l'Oceanogràfic y el Ágora o limita la autonomía de la dirección?

Cacsa es una unidad y no estamos aquí para hacer el indio. Avanqua aporta ideas para el resto del complejo por convenio. Tanto el director Juanjo de Torres como la presidenta Celia Calabuig comparten nuestra idea de hacerlo bien todos juntos, y eso se plasma en los comités que tenemos entre departamentos. Avanqua nos va a ayudar a financiar actos y también en las campañas con los medios. Las ideas concretas se están cerrando, pero sin llegar a hacer cosas que no nos cuadren, nos apoyaremos como complemento con una relación de amigos más que de socios.

Las ideas conjuntas se están madurando, pero sí nos podrá avanzar algo de sus apuestas para el museo...

La base será la divulgación científica:calidad en lugar de macroeventos. A partir de ahí tenemos un bombazo fruto del trabajo estrecho con las universidades. En breve anunciaremos los acuerdos con la UV y la UPV, y estamos en contacto con la UJI y las dos universidades de Alicante. Apoyaremos la presencia de los investigadores en el museo para que la gente sepa lo que hacen, con exposiciones en este recinto. Queremos un modelo económico con valor añadido y diseñaremos con el tejido empresarial la divulgación. En eventos concretos, tenemos una muestra muy didáctica sobre Nikola Tesla, responsable de la corriente alterna, el control remoto o el tubo catódico, entre otros inventos; la exposición Mujer y Ciencia y más colaboraciones con La Caixa en la línea de lo que hemos hecho con Pixar. Luego están los eventos asociados a Valencia, como en Fallas. Se pueden hacer fiestas culturales sin que terminen en botellón. También somos escaparate de la ciudad -en ese momento, los juveniles del Valencia CF graban un spot en la escalinata del museo- y colaboramos con la Feria y el Palacio de Congresos.

Mucha gente se queja de la programación estancada en l'Hemisfèric.

Habrá que darle una vuelta y poner dinero de fuera -vuelta a los partners-. No está en el orden de 2016, pero puede salir una oportunidad. De momento actualizaremos la programación cada tres meses.

¿Va a tener algún gesto con los lugareños en el precio de las entradas?

Me lo he planteado, pero no sé cómo hacerlo. La UE dijo a los ingleses que no cobrar entrada en sus museos sólo a los ciudadanos británicos era discriminatorio.

¿Cuántos George Clooney hacen falta para cambiar la imagen de CAC?

No soy mucho de figuras, prefiero el trabajo colectivo, pero si tuviera que trabajar con George Clooney lo haría encantado, con la base de gestionar equipos con sensibilidad, porque no lo sé todo. Lo importante es que los eventos sean de calidad.

http://www.elmundo.es/

martes, 13 de octubre de 2015

El Consell y Avanqua firman la cesión de la gestión del Ágora

La Generalitat señala la buena disposición del arquitecto por resolver los problemas de seguridad de las puertas.

El Consell y Avanqua firman la cesión de la gestión del Ágora

El Consell y Avanqua firman la cesión de la gestión del Ágora

RAFEL MONTANER | VALENCIA El Consell y Avanqua, el consorcio internacional liderado por Aguas de Valencia que ganó en junio la adjudicación de la gestión de l'Oceanogràfic y el Ágora, firmaron en la tarde del jueves el traspaso de la explotación del inacabado edificio diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava.

Cuando el pasado 10 de junio la empresa publica Ciudad de las Artes y las Ciencias SA (Cacsa) y la adjudicataria formalizaron el contrato, Avanqua recepcionó únicamente l'Oceanogràfic. Esta obra del arquitecto Félix Candela es la joya de la corona del complejo.

Prórroga de cuatro meses

Entonces, ambas partes acordaron posponer cuatro meses el traspaso del Ágora con el fin de abordar la situación del incompleto edificio y elaborar un plan de usos del mismo que no hizo el anterior Consell pese a sacarlo a concurso. Dicha prórroga concluía hoy, pero Avanqua y el Consell han firmado la cesión dos días antes.

Uno de los problemas que presenta el Ágora para su uso son las goteras provocadas por la no finalización del cerramiento exterior, algo que se ha ido solucionando con trabajos en la mejora de la estanqueidad de la cubierta.

Pero, lo que más preocupa es la seguridad de sus altas puertas de acceso de cristal, que en situaciones de fuerte viento pueden llegar a reventar como ocurrió en dos ocasiones en 2011 sin causar heridos. Primero el 15 de julio, durante la Campus Party, y luego el 3 de noviembre mientras se disputaba un torneo de tenis cuando un golpe de viento lanzó una de las puertas contra una columna interior.

Fuentes de la Generalitat señalan que el arquitecto está en buena disposición por resolver los problemas de seguridad de las puertas. Una vez se reformen los accesos, el Consell y la concesionaria abordarán progresivamente los usos a los que se puede destinar el Ágora para comenzar a promocionarla.

Consorcio internacional

Avanqua „integrada por Aguas de Valencia (57 %), el Acuario de Vancouver, de Canadá, (25 %) y Ket Gestión SL (18 %)„ganó el concurso para gestionar l'Oceanogràfic y el Ágora durante 15 años (más otros cinco opcionales) al presentar una oferta con un valor neto de 67 millones y un canon inicial de cuatro millones. El consorcio se compromete a invertir 25 millones para posicionar el complejo como referente mundial del ocio divulgativo y el conocimiento con la meta de alcanzar los 19 millones de visitantes en década y media

http://www.levante-emv.com/